• 28 de Marzo del 2024
TGP

Tercer lugar a nivel mundial; México: 82 periodistas muertos por Covid-19

Facebook /Cartel periodismo argentino

En las instituciones de Educación Superior, tanto públicas como privadas, que imparten la carrera de comunicación o periodismo, tesis van y tesis vienen, sobre el impacto de las nuevas tecnologías, el ciberperiodismo, el hipertexto, los medios de comunicación digitales… y muy pocas investigaciones tratan de lo que pasa a los 22 mil comunicadores que indagan, recopilan, procesan información para publicarse en México: los periodistas.

 

Los comunicadores son amenazados, hostigados y asesinados en nuestro país, pero ahora se enfrentan a un virus letal que ha cobrado la vida de 82 de nuestros compañeros, tal como lo refiere la Organización No Gubernamental (ONG) Artículo 19 en su informe “Situación de la defensa de Derechos Humanos y la Libre Expresión en México a partir de la Pandemia por Covid-19, Los Periodistas”, donde afirma que:

“La emergencia sanitaria internacional del SARS-COV-2 ha reflejado la crisis económica, social y política que agudizan las condiciones estructurales que enfrentan las y los periodistas en México. De acuerdo con información documentada por Artículo 19 y CIMAC, del 13 de marzo al 19 de junio se registraron 69 agresiones contra la prensa relacionadas con coberturas de la pandemia, 25 hombres, 36 mujeres y 8 medios; así como los asesinatos de los periodistas: María Elena Ferral, Jorge Armenta, Pablo Morrugares; y Julio Valdivia. Las entidades que reflejan mayores atentados contra periodistas son Ciudad de México, Puebla, Yucatán, Veracruz, Chihuahua y Coahuila146”.

Asimismo, En un recuento elaborado con cifras proporcionadas por Campaña Emblema de Prensa (PEC por sus siglas en inglés) y Artículo 19, indican que a menos de un año de aparecer la primera persona contagiada con el SARS-COV2 en nuestro país, ya son 82 periodistas que han perdido la vida por esa enfermedad y por no contar con las medidas de protección necesarias y por la exigencia de los dueños de las empresas mediáticas que les exigen cubrir la información.

Hay que recordar que en el Censo 2020, el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) se detectó que 22 mil personas nos dedicamos a la profesión periodística por lo que, desde hace un año -antes de que iniciara la pandemia-, el director del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS), Zoé A. Robledo Aburto, advirtió que quienes estamos en este medio “no tienen ningún esquema de seguridad social”.

Hubo llamados de parte de los propios trabajadores de los medios, de Organizaciones No Gubernamentales a los gobiernos federal, estatal y municipal, así como a los grupos empresariales de dotar de equipo adecuado as sus reporteros, camarógrafos, fotógrafos, redactores y personal de redacción, producción radiofónica y televisiva, y realizar campañas de concientización sanitaria y evitar los contagios.

Por lo anterior, programas radiofónicos que tenían dos o tres conductores, redujeron el número a uno; y se implementaron las videoconferencias, videollamadas, las oficinas “hogareñas” y desde ahí se empezó a procesar la información, pero eso sólo pasó en algunas empresas mediáticas que invirtieron recursos económicos para “modernizarse”.

Sin embargo, la mayoría de las compañías mediáticas, principalmente las que viven de la “publicación pagada” conocida como “chayo”, no dejaron de buscar esa dádiva. Así, hasta el 25 de abril hubo 12 muertes.

No sólo fueron las empresas mediáticas “chayoteras” las que omitieron las recomendaciones sanitarias, también oficinas de los tres niveles de gobierno obligaban a su comunicadores a presentarse a trabajar sin importar que se contaminaran, tal como lo denunció antes y después de su muerte ; para noviembre la cifra se duplicó con 26 decesos; y en diciembre se registraron 42 fallecimientos; y ya en enero de este año, alcanzó 82 defunciones de compañeros periodistas, hombres y mujeres, jóvenes, adultos y ancianos.

Y si nos vamos a la regla básica del principal objetivo periodístico de buscar el porqué del hecho, encontramos que ambas ONG´S coinciden en señalar que “la seguridad de los periodistas está en riesgo ya que su labor es informar lo que sucede en su país, por lo que 585 informadores perecieron en 57 países donde no existen medidas de protección adecuadas para que desempeñen su trabajo”,

Sabemos que los trabajadores de los medios tienen la responsabilidad social de informar sobre la propagación del virus aún a costa de su propia vida, por lo que Perú ha sido el más afectado con el deceso de 93 periodistas; le sigue la India, con 53, Brasil, con 51, y México ha registrado 42 muertes por COVID-19; Ecuador y Bangladesh, 41; Italia, 34; Estados Unidos de América, 22; Turquía, 17; y Reino Unido, 12 fallecimientos, reportó la PEC.

Por su parte, Artículo 19 sostuvo que México es el tercer país del mundo con más periodistas muertos por COVID-19, por lo que van 82 comunicadores muertos: 73 hombres y nueve mujeres

El problema es que la mayoría de los 22 mil periodistas no cuentan con salario digno, plaza laboral fija (la mayoría free lance), seguro médico, de vida; póliza de desempleo, vacaciones, aguinaldo, prima vacacional, mucho menos implementos de protección para cubrir la propia pandemia de manera segura: si el ingreso económico es poco, no tendrán recursos económicos para adquirir equipos Anticovid de buena calidad.

Al respecto, Artículo 19 ha reiterado que “existe evidencia en las publicaciones de periodistas de todo el país, que, en medio de la pandemia, una gran cantidad de empresas, además exigir a sus empleados estar en la primera línea de cobertura sin haberles dado herramientas de protección, han aplicado recortes salariales y despidos injustificados, lo que se suma a sus ya precarias condiciones”.

Así, los medios de información masiva, que sólo informan pero no comunican, se han enfocado en indagar “fallas” en las estrategias implementadas por el Gobierno de la Cuarta Transformación  y hecho a un lado que para los empresarios y directivos de empresas mediáticas y dependencias públicas, reiteran a sus reporteros, fotógrafos y camarógrafos tienen la tarea de cumplir con la cuota de reportes en tiempo y forma, mientras que para los compañeros es sobrevivir en las peores condiciones laborales.

Tal es el caso de la subdirectora de Comunicación Social del Ayuntamiento de Playa del Carmen, Solidaridad, quien dejó una carta póstuma donde escribió “"Me enfermé por la negligencia del Director Román Contreras Nahón, que no quería que trabajemos desde casa. Es lamentable su actuación". por lo que la Red de Periodistas de Quintana Roo realizó convocó a una manifestación y exigió castigar al responsable.

Ante esta situación, reporteros, redactores, fotógrafos, camarógrafos, del estado de Guerrero realizaron una marcha de protesta exigiendo a las empresas y directivos para los que laboran, equipos de protección adecuados y de calidad.

Denuncias y comentarios de los propios trabajadores de la comunicación han revelado que pocas empresas mediáticas realmente han asumido la responsabilidad de proteger a sus empleados o colaboradores, y son los mismos reporteros, fotógrafos y camarógrafos quienes han invertido en su protección.

Por último, me adhiero al llamado que hace la Organización No Gubernamental que lucha por la protección laboral y personal, la defensa de la libertad de expresión y, ahora, por la seguridad y acceso a los servicios de salud a fin de prevenir “más contagios y decesos de periodistas a causa del virus”, al Gobierno que encabeza el Jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador, y a los dueños de las empresas de comunicación a que protejan a sus comunicadores porque ellos  son quienes hacen los medios, no éstos a los periodistas.

La ONG también conminó al gobierno mexicano y a los empresarios del ramo a propiciar más y mejores condiciones para ejercer el periodismo lejos del riesgo del COVID-19. Además, refirió que la importancia del periodismo para una sociedad es indispensable para fomentar la libre expresión, la democracia y el acceso a la información, por eso, en vez de limitar la labor periodística, solicitó implementar mejoras en los sistemas de protección.

Por último, cabe recordar que todos los que nos dedicamos al periodismo -tal como lo señalan manuales, libros, tratados, documentos- tenemos la responsabilidad social de buscar asuntos de interés público, confirmar su veracidad, principio que reitera Artículo 19 al recalcar que “La tarea de informar es parte de la construcción de una democracia, y eso lo tienen muy claro los entregados profesionales de la comunicación, no obstante, la deuda con ellos es grande, no sólo por parte de los entes de poder, también de una sociedad, a veces cómoda, que en ocasiones no atina a reconocer la importancia de exigir respeto a su derecho humano a estar informado”, pero también debemos de exigir a los tres niveles de gobierno, a sus dependencias y a los dueños de las empresas mediáticas que nos doten de equipos sanitizantes y medidas de seguridad para realizar nuestra labor.

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Del Autor

Con una larga trayectoria en medios de información, comunicación institucional y docencia, Gustavo González López ha sido:

Reportero n la Coordinación de Comunicación del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados.

Reportero de Diario Respuesta y Maya sin Fronteras en Quintana Roo, Siglo 21 de Guadalajara, El Municipal, La Crónica de Hoy, Boletín Mexicano de La Crisis, Filo Rojo de México, Sección Mexiquense del Unomásuno, programa radiofónico La Hora de la Verdad, Semanario Punto

Coordinador de Comunicación Social del Partido del Trabajo en Quintana Roo

Colaborador de revista Maya sin Fronteras

Corresponsal del Centro de Información de la Mujer (CIMAC) en Quintana Roo

Coordinador de Información de La Gaceta de Nezahualcóyotl

Docente en la Universidad Modelo campus Chetumal; Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), Chetumal; Universidad Politécnica de Bacalar. Todas en Quintana Roo.

Es licenciado en Periodismo y Comunicación Colectiva de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP-Aragón) e la Universidad Nacional Autónoma de México, y tiene maestría en Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria.

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