• 19 de Abril del 2024

Ahora resulta que todos veían El Club de la Buena Suerte

El Club de la Buena Suerte / Ray Zubiri/Especial

 

No cabe duda que como dice el dicho: Si quieres conocer tus defectos, cásate, y si quieres conocer tus cualidades muérete”

 

Respetable audiencia, dadas las grandes oleadas de comentarios hiperlactantes y más falsos que la cara de Lyn May, en esta ocasión me permito hacer algunas precisiones con respecto al programa El Club de la Buena Suerte, luego de volver a ser recordado, tras el lamentable fallecimiento de quien fuera su titular: el conductor de televisión Enrique Limón.

No cabe duda que como dice el dicho: “Si quieres conocer tus defectos, cásate, y si quieres conocer tus cualidades muérete”. Y de verdad me impactó sobremanera, vaya, hasta me subió la presión, de leer en alto grado la hipocresía donde hasta el más fresa resulta que era fan de El Club de la Buena Suerte, que consideraban a la emisión como pionera del entretenimiento poblano, y de igual forma, a quienes en ella participaban. Vaya que me dio coraje.

Es que varios de los articulistas que leí se desbordaban en halagos, evidentemente para quedar bien, ser parte del tren, de la vorágine de las redes, y ser socialmente aceptado, para formar parte de un colectivo, cuando en vida no bajaban al Club de un bodrio televisivo. Incluso hay varios, a los que seguramente les va a quedar el saco de esto que escribo, porque hasta se mofaban del bajo target (publico, audiencia) al que llegaba el programa del medio día de Televisa Puebla, y llegaron al grado de decir que era para un público naco. Me hubiera encantado que en vida le dijeran tal cantidad de halagos al Quique y que no se la pasaran murmurando sobre los agropecuarios elencos que ahí se presentaban, los cuales particularmente disfrutaba muchísimo.

Lo que sí les diré, es que tuve el gusto de ser amigo de Enrique Limón Sosa. ¿Y saben qué? Le admire el ser libre, el no tener que ser un galán esquelético, el no estar a una diarrea de la anorexia, o a una vomitada de la tumba, para salir en la tele. Él era un señor al que muchas veces vi llegar a la televisora y saludar a una treintena de personas que aguardaban para entrar como público al estudio en donde se llevaba a cabo el programa. Era un señor que logro hacer click con lo más importante que tiene quien se dedica a los medios de comunicación: EL PÚBLICO. Lo escribo con letras grandes, porque la mayoría de las veces, con los trapos, con el maquillaje, acompañados de una falsa imagen y de hacer una verborrea a cuadro, se dice, ‘ya eres conductor’, aunque no conectemos con la gente, aunque lleves años en la tele y no te reconozca ni el policía del medio en el que trabajas.

Por eso, estas líneas las escribo para todos aquellos que ahora sí dicen que veían El Club de la Buena Suerte, y que en su momento eran peor que Pedro (el apóstol que negó tres veces a Jesús), y hoy la conciencia los obliga a poner algo que no concuerda con lo que piensan, sienten, pero sobre todo que yo los escuche decir.

El Club de la Buena Suerte estuvo inspirado en El Club del Hogar, uno de los programas de mayor duración en México, con temática cómico-musical. Surgió en marzo de 1951 y transmitían desde el estudio Verde y Oro de la antigua XEW, era conducido por Daniel Pérez Arcaraz y Francisco Fuentes “Madaleno”, éste último personificando a una persona indígena. Después de la muerte de Arcaraz en 1982, Paco Stanley se encargó de sustituirlo.

EL Club de la Buena Suerte estuvo 18 años al aire, de ellos, Enrique fue su titular durante 17 años. El proyecto fue diluido al aire, luego de querer empalmar el programa matutino junto con el club, y hacer un único programa de 4 horas continuas, lo cual fue un fracaso y los conductores lucían desencajados al aire. por ser dos conceptos distintos, lo que hoy seria “Aquí estamos”. La alineación final del programa fue Enrique Limón, Gloria Rubí, Greco Tovar y Armando Valerdi.

Hay varias preguntas que son muy importantes: ¿Por qué salió del aire El Club de la Buena Suerte? Aunque Enrique continuó en Televisa en el área de ventas, nadie le quita el mérito de haber hecho un programa de 17 años y más de 4 mil emisiones en vivo sin Telepromter, sin tener un pool de reporteros o mesa de asignaciones (departamento que nutre de contenido a los programas de televisión). Estaban sólo ellos y su espíritu frente a las cámaras. Las opiniones serán diversas, pero lo cierto es que desde su salida del aire del programa no ha vuelto a haber otro espacio en la televisión vespertina poblana que le dé oportunidad a nuevos talentos como German Ortega “El Arlekas”, entre muchos otros que desfilaron por la pantalla.

La última vez que nos saludamos fue el 19 de diciembre de 2019, en el show de German Ortega, en Gavanna. Platicamos brevemente y le dije ¿Qué onda, Quique qué haces aquí? ¿Te dejaron salir en la noche? Y me dijo: Vine a apoyar al estúpido de Germán, como cariñosamente le llamaba. Quedamos en hacer una entrevista en TV, pero después vinieron las vacaciones, luego la pandemia, y lo demás lo estamos viviendo aún…

A la memoria de Enrique Limón Sosa Q.E.P.D. (1949-2020)

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