A quien se le juntó la pandemia de Covid-19 con los siete jinetes de la Apocalipsis es a Lupita Jones, que seguramente usted la recordara por ser la primera mexicana en ganar el certamen de belleza más cotizado del mundo: Miss Universo. Sí, ese que sale en un capítulo de El Chavo del 8, donde todos los personajes le dedican una escena a este concurso. Y cómo no hacerlo, si era la única opción de entretenimiento que existía en ese tiempo.
Yo no cuestiono el concurso, que en sus inicios fue nombrado como Nuestra Belleza, el cual era como la escuelita de preparación para que quien resultara ganadora representara a México en Miss Universo. En fin, cada quien hace con su cuerpo lo que quiera y lo enseña en donde mejor le plazca. Lo que sí me cuestiono es cómo ahora a todas las Misses que participaron les sale la dignidad, muchos años después, y se ponen a reclamarle a Lupita Jones los métodos que utilizaba para que sus pupilas salieran cuasi perfectas en las pasarelas, que dicho sea de paso hoy a nadie le interesan.
Pues resulta que un buen día a Lupita Jones, quien estudio Administración de Empresas, se le ocurrió ser la directora de este concurso nacional, con la excusa de que ella no tuvo herramientas para llegar al certamen en 1991 Imagínense, ¿y así gano? Entonces, no se necesita preparación, pero en fin.
Todo empezó cuando Sofía Aragón, segunda finalista del certamen Miss Universo 2019, aprovechó para despotricar en contra de Lupita Jones, acusándola de maltrato y de que la organización de Mexicana Universal había sido muy complicada, debido a los malos tratos, a un ambiente altamente tóxico y a las altas exigencias de Jones.
Otra que también aprovechó el viaje fue Luz Elena González. Antes de saltar a la fama y salir en los programas de Jorge Ortiz de Pinedo, fue participante en la primera edición de Nuestra Belleza México, en el año de 1994. Según relata en entrevistas, Jones se ofreció a darle hospedaje y cuenta que cuando llegó al cuarto había más muchachas, que las maltrataba, no permitiéndoles hablar por teléfono, comer del refrigerador, y que nadie podía visitarlas. Al puritito estilo del clan Trevi- Andrade. Yo me pregunto: ¿Dónde demonios estaban los padres de estas niñas?
En esta historia también aparece la poblana Diana Leal, quien ganó la demanda que había interpuesto ante Lupita Jones, luego de que fuera despojada de su corona Miss Puebla 2016, por supuestamente revelar información confidencial del certamen y por ser indisciplinada, por referirse a ella con calificativos racistas, que la denostaron por sus orígenes mixtecas. Así lo dijo en su momento la Miss, oriunda del municipio de Acatlán de Osorio. Por cierto, ahora que pase la fiesta de los Reyes Magos, Melchor y Gaspar le donan su corona a Lupita para que no esté triste y se la ponga y quite cuando se le dé la gana.
A esto se suman otras chicas, como Cynthia de la Vega, quien iba a representar a México en Miss Universo 2011. Denisse Franco, Miss México en 2017, quien no logró quedar entre las 15 finalistas de Miss Universo, y que al regresar del certamen denunció que Lupita Jones no la había apoyado, y había entorpecido deliberadamente su concurso. En ese momento, los fans, que me imagino eran de la familia de la reina de belleza, exigieron la destitución inmediata de la organizadora, y pidieron que la reemplazara Ximena Navarrete, quien fue Miss Universo en 2010.
Finalmente, Nebai Torres, top 15 en Miss Internacional 2018, compartió el video de Sofía Aragón, donde al igual que le ocurriera a la conductora de TV Azteca, esta modelo de Jalisco no entregó la corona a su sucesora, ya que Lupita Jones dijo que la organización no tenía fondos para pagarle el traslado y el alojamiento.
Estos concursos, que de verdad son de la ilusión, carentes de credibilidad, talento y trascendencia, tuvieron su época de esplendor, pero hoy en día no le interesan absolutamente a nadie. A la gente les es totalmente intrascendente que viajen y nos representen y que ganen una corona. Aunque después terminen saliendo en un capítulo de la Rosa de Guadalupe, de botarga en un programa de TV, o repartiendo jamón en un supermercado.
Este tipo de concursos sólo sirven para agrupar a un montón de gente frustrada, carente de afecto y que desean tener sus cinco minutos de fama, a costa de salir en la TV con una minifalda, esquina calzón, o en traje de baño, con la esperanza de un día convertirse en una celebridad, ¡cosa que no pasara! No sé por qué ahora critican a Lupita Jones, si ella lo único que hizo fue crear una empresa, negocio, escuela o como quieran llamarle, donde les satisficiera su necesidad de brindarles herramientas para ganar un concurso y alcanzar su sueño de ser alguien en el firmamento artístico. Y para muestra ahí están quienes tanto la critican.
¿Por qué no lo hicieron en el momento en que se sintieron maltratadas? ¿Por qué ahora, 20 o 30 años después, sacan sus trapitos al sol? ¿Será que pudo más su sueño de ser artistas, a cambio de tener una dignidad y moral relajada? Sólo que ahora la critican porque ya son adultas y se han dado cuenta que llegaron a ser populares y salir en la televisión, pero se dieron cuenta que aun estando ahí seguían vacías, porque esto es un show, un gran show.
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