• 12 de Diciembre del 2024
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Pasarela petrolera

Quien quedó mal parada en este proceso de sucesión en el sindicato petrolero fue la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde

 

La independencia de la renovación de la secretaría general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) se trastocó con la pasarela de aspirantes a la dirigencia, organizada desde la mañanera, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Quien quedó mal parada en este proceso de sucesión en el sindicato petrolero fue la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, ya que perdió los hilos de la elección “democrática” y avanzó la densa burocracia sindicalista gestada y alimentada por el exdirigente sindical Carlos Romero Deschamps por más de dos décadas.
Incluso, la sospecha de que se cargue la elección hacia Ricardo Aldana Prieto, actual tesorero del STPRM, ex diputado priista y copartícipe en el Pemexgate son parte de sus credenciales para dirigir el sindicato petrolero. Es el candidato oficial de la añosa burocracia sindical.
El punto central es darle un espacio al alfil de Carlos Romero Deschamps. La cuatroté hace una apuesta riesgosa. De llegar a la secretaría general, Aldana Prieto, habrá pasado el tamiz de la mañanera y el sindicato quedaría en manos del mismo grupo que lo ha mantenido amorcillado por más de dos décadas.
La llamada renovación y democratización en el sindicato petrolero sólo es un discurso armado por Luisa María Alcalde. No hay novedades. Los incondicionales de Romero Deschamps en las dirigencias seccionales aún las controlan pese al supuesto nuevo método democrático. De esta manera la cuatroté se arriesga a validar dirigencias que siempre fueron acusadas de corrupción y actos intimidatorios en contra de los trabajadores.
La Comisión Nacional Electoral (CNE) ya fue acusada de ser juez y parte en este proceso ya que ésta arma el comité de elecciones y deciden si los candidatos pasan o no. La comisión es la responsable de validar la documentación que presenten los aspirantes.
Y es que, desde las elecciones de los secretarios seccionales, el sindicato petrolero entró en una enorme simulación. El reciente triunfo de cinco líderes seccionales afines a la vieja estructura son los mismos que se han convertido en un tumor dentro del sindicato. Esdras Romero, cercano a Romero Deschamps y dirigente en la sección de Ciudad Madero, Tamaulipas; Carlos Jiménez, de Las Choapas, Veracruz; Rigoberto Ramírez, de Tula de Allende, Hidalgo y Azcapotzalco, CDMX, así como José Zamudio Aguilera, de Villahermosa, Tabasco, y Jorge Acevedo, del Edomex, recibieron su toma de nota.
La pasarela en la mañanera es la atomización del sindicato y las diferentes facciones que le dan vida. Los dos grandes grupos son el oficial de Ricardo Aldana y del grupo que se apegue más al discurso de la cuatroté de extirpar la corrupción que ha acompañado a este sindicato cuando fue un apéndice del PRI.
La tentación de convertir al STPRM en brazo sindical de Morena es alto. Por eso la pasarela. El presidente hace lo que no pudo concretar la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde. Atrajo al sindicato a su cancha y aunque pone en riesgo su autonomía también es la oportunidad para alinear al próximo dirigente será electo el próximo lunes 31.