• 18 de Abril del 2024

De guardianes a militares

En dos años de existencia, el modelo de la Guardia Nacional ya se agotó

 

No se consolidó como un cuerpo se seguridad de carácter civil y su subordinación a la estructura militar, la colocó en el colofón de las fuerzas castrenses. Por ello es que el presidente Andrés Manuel López Obrador, la reformará para que se traslade a la Secretaría de la Defensa Nacional y con ello justificar la militarización de las calles.
Su argumentación quedó en la simpleza y exhibió que su creación falló. “No quiero que suceda lo que pasó con la Policía Federal que se echó a perder”.
Sin embargo, en la operación cotidiana bajo el mando del comandante Luis Rodríguez Bucio, las tareas de investigación que puede realizar la Guardia Nacional a nivel estatal incluyen atención de delitos en flagrancia, procesamiento del lugar de los hechos como primer respondiente, recibir denuncias y realizar detenciones, así como realizar intervención de comunicaciones; sin embargo, la falta de coordinación con otros cuerpos de seguridad estatal o militar la ha puesto en una situación de grupo inconexo.
A dos años de su creación y operación sigue sin identificarse si verdaderamente la presencia de este cuerpo de seguridad, su formación y su equipamiento son un elemento crucial para considerar que está incidiendo en la capacidad operativa técnica y táctica de los grupos de la delincuencia organizada.
La falta de un proyecto estructurado y la coyuntura actual llevó a que los elementos de la Guardia Nacional fueran enrolados en tareas de la pandemia por Covid-19, por lo que no se ve que se prepare una vuelta a los cuarteles y la justificación para que se encuentre en las calles del país sobran.
Lo que se perfila es formalizar lo que operativamente ya está sucediendo que es una militarización de la seguridad pública al tener a la Guardia Nacional en las calles y ahora integrarla a la estructura militar.
Los movimientos de la cuatroté por sepultar el pasado, hasta en materia de seguridad se reviran, ya que el primer paso que dieron fue desaparecer la Policía Federal, desde ahí la intención ya era clara, ya que esta corporación representaba el esfuerzo transexenal por construir una corporación policiaca civil que fuera importante, fuerte y profesional en materia de seguridad, la cual desde un inicio se eliminó para sustituirla por la Guardia Nacional.
En un principio el proyecto fue aceptado y se le dio un revés a la ley de seguridad interior impulsada en el sexenio anterior. Pero en los hechos, la Guardia Nacional ya es un apéndice de la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que la reforma que viene es solo una manera de formalizar y blindar a su agrupamiento, pues con una oposición fuerte en el Congreso se corre el riesgo de desaparecer a la guardia. Aunque al colgarla de la Sedena se disfraza que el Ejército se dedique a la seguridad interior del país.