• 29 de Marzo del 2024
TGP

La isla a mediodía, de Julio Cortázar ¿De qué va?

 

 

Juan Norberto Lerma

La Isla a mediodía, de Julio Cortázar, es la historia de una obsesión, que primero desemboca en una idealización y posteriormente se transforma en una esperanza y un destino. El protagonista es Marini, un joven camarero que trabaja en un avión, la imagen de una isla obsesiona al muchacho, luego sueña con viajar a ese lugar, y al final desea vivir en esa zona paradisiaca.

Una isla es un lugar apartado, separado de los continentes, representa un lugar solitario, independiente, con poca gente, y en general en un lugar así se antoja que cualquiera podría tener una vida maravillosa. Además, el protagonista intuye que ahí sufrirá una sacudida de su ser interior, que cambiará su forma de vivir, y que esas circunstancias lo colocarán frente a frente consigo mismo.

El joven Marini lleva una vida común, agitada, es camarero en un avión que recorre la ruta Roma-Therán. De alguna manera, la visión de la isla se abre paso en su interior y se convierte en una realidad. Es posible que Marini ya hubiera visto antes la isla, tal como contemplamos los objetos y lugares y los olvidamos enseguida. La primera vez que Marini contempla de manera consciente la isla griega desde la ventanilla del avión, su mirada se queda atorada, cautivada por la costa en la que reposa la espuma del océano, más allá, Marini mira la vegetación y su espíritu se llena de una paz y alegría que antes no había conocido.

Marini idealiza la vida en la isla, la mira como un regreso a la naturaleza, una fuerza interna lo estremece y comienza a pensar que ir a ese lugar lo librará de la superficialidad de su vida, de lo insulso de sus relaciones, y de la existencia vacía que hasta entonces ha llevado. Con las sucesivas miradas a la isla se va conformando en Marini un panorama romántico, idílico, y como si las circunstancias estuvieran a su favor se le facilita visitar la isla.

Marini llega a la isla griega y tiene un par de días para disfrutar a su antojo de la naturaleza y de la sencillez de la gente que lo rodea. Marini está en su paraíso personal como para iniciar una nueva vida, pero en realidad, sin saberlo, va a cumplir con su destino.

En esta narración vemos una historia que ya concluyó y otra que está ocurriendo, las dos son necesarias para que el relato se cumpla. En la primera historia, vemos al protagonista viviendo su vida cotidiana para que la historia subyacente pueda ser posible, la segunda historia, la que ya concluyó, en realidad está mezclada con la primera, y sólo es necesario saber de ella que ya terminó, pero sin duda es indispensable para que las dos narraciones se conviertan en una sola y el relato tenga una conclusión.

En La isla a mediodía la narración es apresurada, precisa, el cuento tiene un ritmo ágil y directo. El narrador va describiendo las escenas más importantes para que se comprenda en su totalidad la historia. El cuento está narrado con un lenguaje descriptivo, creativo, diverso, y de gran valor literario.

Julio Cortázar fue un escritor argentino, escribió varias novelas, de las cuales la más conocida es Rayuela. Julio Cortázar escribió decenas de cuentos fantásticos, sus escenarios son cosmopolitas y uno de sus temas recurrentes son las situaciones en las que los personajes tienen un pie en la realidad y el otro en lo desconocido.