Ricardo Chavero
Hace unos días leía yo acerca del Foro “El foco de inversión extranjera”, en el que se abordaron distintos temas relacionados con la sostenibilidad y la gran importancia que reviste hoy, la transición hacía las llamadas energías renovables donde sin duda, las características de nuestro país, nos colocan como una posible potencia en el tema. A la vez que imaginaba todo lo que se viene para nuestro país con proyectos de carbono verde, la inversión en parques solares y eólicos, así como la instalación de TESLA que armará autos eléctricos en el país, pensaba en todas las ventajas que nuestro país obtuvo de ese gran visionario que era el Gral. Lázaro Cárdenas, quien llevó a cabo la expropiación del bien que se convirtió en el motor del mundo y que, permitió, impulsar el desarrollo de México entre los años 50 y 70 del siglo pasado.
Este 18 de marzo conmemoramos los mexicanos el 85 aniversario de la expropiación petrolera en México. Después de una serie de acontecimientos que partieron de la puesta en marcha de la denominada Ley de Expropiación, promulgada en 1936, misma que nace de las negativas de las compañías extranjeras petroleras de mejorar las condiciones laborales y salariales de los empleados de la industria. Casi tres meses después de la expropiación, el 7 de junio de 1938, se fundó la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), y si bien, las empresas extranjeras no se quedaron de brazos cruzados ya que, realizaron un boicot en materia de refacciones, barcos y otros bienes necesarios para el funcionamiento de la industria, además de que hubo presiones económicas como la suspensión de la compra de plata por parte de los Estados Unidos; en 1942 se aceptó que nuestro país pagará las indemnizaciones de la expropiación en el mediano plazo con lo que, se concluyó el proceso y la industria paso a ser parte de la soberanía nacional.
Así, el Estado mexicano tomó el control total sobre la producción y comercialización del petróleo en nuestro territorio, lo que, en su momento, ha permitido al Gobierno Federal tener recursos económicos adicionales a los que provienen de los impuestos, productos, derechos y aprovechamientos. Para nadie es una novedad que, en nuestro país, la actividad petrolera es una de las actividades económicas más importantes de la nación y se concentra en nueve estados: Campeche, Coahuila, Chiapas, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Tabasco, Puebla y Veracruz, aunque el 90% del recurso energético se extrae en 18 municipios de tres estados, Campeche (Palizada, Ciudad del Carmen, Canderia y Escárcega), Tabasco (Tacotalpa, Macuspana, Jonuta, Emiliano Zapata, Tenosique y Balancán) y Veracruz (Papantla, Poza Rica, Coatzintla, Chicontepec, Ixhuatlán, Tihuatlán, Castillo de Teayo y Tepatzintla).
Hoy nuestro país se encuentra en el camino que el mundo sigue en materia energética y todo apunta a que, la dependencia del petróleo será cada vez menor. Se han firmado importantes tratados mundiales que muestran el eminente fin de los motores de combustión interna, la generación de electricidad se prefiere hoy a través de energías renovables y, en general, todos estamos en el camino del cambio de modelo energético. Ante los retos del presente, México tiene en esta historia, grandes enseñanzas para mantener la soberanía energética que, visionarios como el Presidente Cárdenas, mantuvieron en busca del bien de todos los mexicanos.
