Puebla es paso obligado para las caravanas de migrantes que provienen desde el centro y sur del continente, principalmente transitan por el norte de la ciudad capital en el trayecto de la vía del tren o la autopista y buscarán albergue por algunos días para descansar del largo camino, desafortunadamente los únicos refugios temporales que encontrarán serán los que se instalan en parroquias y que apoyan los feligreses. Lo mismo sucede durante su paso por diferentes estados de la república.
En junio pasado, en este mismo espacio, comenté el revelador reporte denominado “Impacto de Covid-19 en el contexto migratorio de Puebla” elaborado por la Organización Internacional de las Migraciones a través de la Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos y que expone que uno de los albergues que se mantuvo en pie apoyando a los migrantes durante la pandemia, fue el que abrían en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Un dato preocupante es que los albergues para migrantes carecían de los recursos necesarios para operar eficientemente desde antes de la pandemia, de hecho, de las dos redes parroquiales que prestaban asistencia en Puebla, una de ellas ya estaba cerrada desde inicios del 2020, por ello las caravanas de migrantes se apoyaron en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción donde el Párroco Gustavo Rodríguez Zárate (QEPD), encabezó todos los esfuerzos para reunir apoyos para las decenas de migrantes que llegaban día con día.
“De acuerdo con el Estudio sobre las Casas de Migrantes Católicas elaborado por la CEM en 2017, existen por lo menos 75 organizaciones eclesiales -divididas en región norte, centro y sur- que ofrecen apoyo a los migrantes a través de albergues, comedores, centros de apoyo, parroquias, módulos de atención y dispensarios médicos. Estos se encuentran trabajando a toda su capacidad”, asegura el Semanario en su editorial.
Desafortunadamente el mandatario mexicano presume constantemente la llegada de miles de millones de dólares en remesas y del respeto a los derechos humanos de los migrantes que cruzan por México para llegar a Estados Unidos, pero incluso la autoridad norteamericana ha expresado su inconformidad por la negativa del gobierno mexicano a construir albergues para los migrantes, sobre todo cuando el programa “Permanecer en México” mantuvo a más de 60 mil indocumentados en los estados fronterizos mexicanos viviendo en condiciones infrahumanas y apoyados solo por organismos internacionales y religiosos.
Por cierto, “Permanecer en México”, programa implementado por Donald Trump para que los migrantes esperen del lado mexicano mientras es evaluada su solicitud de asilo, acaba de reactivarse y el panorama migratorio del lado mexicano podría repetirse.
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