La confesión
Era noviembre, el viento daba pequeños golpes en la ventana. Un silbido que iba y venía se colaba por una rendija en el cristal. Estaba oscuro y encendí la lámpara. De inmediato se proyectó mi sombra a mis espaldas. Hay…
Era noviembre, el viento daba pequeños golpes en la ventana. Un silbido que iba y venía se colaba por una rendija en el cristal. Estaba oscuro y encendí la lámpara. De inmediato se proyectó mi sombra a mis espaldas. Hay…
Con la inmediatez, con la velocidad vertiginosa que gira el mundo, bien nos viene el reposo de las emociones, la reflexión y el esparcimiento del espíritu. Con la hipercomunicación y el tiempo cada vez más escaso para el sosiego, el…
Casi a la entrada del Metro Coyuya un ritmo de cumbia me acompañó hasta que subí las escaleras
Como cualquier ciudad que se vive, pueden acontecer hechos que uno no imagina, o quizás los piensa, pero se perciben lejanos
En contraste con los otros dioses, más severos y terribles, fue un dios consentidor que invitaba a la celebración, al placer y a las libaciones desmedidas